He tenido algunos momentos en que su demanda de upa continua o su no deseo de comer la comida adecuada me han hecho perder los estribos. Le he gritado, he revoleado objetos a las paredes. Un día le di una palmadita en la cabeza despacito pero apretando los dientes de furia, conteniendome mucho. Me siento muy mal, amo a mi hija con toda el alma, nunca me creí capaz de enojarme tanto. Estoy yendo a terapia y trabajo mucho este tema y voy descubriendo diferentes cuestiones que me van ayudando. Pero en mi corazón esos momentos de agresión nunca más se van a borrar. Me siento una basura.
Jan 21, 23 09:46 AM
Nov 22, 22 06:28 PM
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