Pánico, depresión y manía...

por María Liliana
(Argentina Córdoba)

Durante mi adolescencia, a los 16 años se me declaró una anorexia, yo estaba melancólica, extremadamente poética y no comía para desaparecer o tener la menor cantidad posible de cuerpo.
En esa época la psiquiatría era para los locos y el psicoanálisis para raros... De todos modos acudí a un psiquiatra solita mi alma. El médico me revisó de acuerdo a la psiquiatría de ese momento y me dijo que yo estaba perfectamente bien. Mi madre me llevó a una médica que aseguró que lo mío era hipotiroidismo y tomé durante años proloide (medicamento para estimular la tiroides). Por supuesto lo tomé años porque la médica me dijo que comiera y mucho porque con ese medicamento no iba a engordar y así fue. Lo deje de tomar al perder un embarazo años después y me di cuenta de la barbaridad que uno puede hacerse tomando cosas sin control.
Tuve un hijo, luego gemelos y ahí se me detonó una etapa de enorme irritabilidad. Siempre en terapia psiconalítica y otras. Las terapias me dieron una enorme flexibilidad mental y autoconocimiento. Así transcurrió mi vida, con mucha intensidad, casi maníaca, con enormes dificultades para estar en calma. Increíblemente creativa, seductora e irritable.
Ya con la menopausia entré en pánico, no podía subirme a un ascensor porque se me desataba un miedo irracional a caer en él. Tampoco subtes y mucho menos aviones. Tenía deseos muy grandes de morir, rogaba interiormente ser matada en un tiroteo por ej. Fue muy dura esa etapa.
Comienzo mi tratamiento con sertralina, volví a llevar una vida normal, subir en ascensor, tomar subte, aviones con algún tranquilizante y sin ningún placer de viajar.
La sertralina hizo de mí alguien mucho menos creativo, menos salvaje, menos vital, sigo muy miedosa en general ante cambios, muchedumbres y cosas así.
Actualmente mi médico me ha ofrecido la posibilidad de tomar lamotrigina e ir bajando la sertrailina. Me da mucho miedo cambiar la medicación porque si bien ya no soy la que era en cuanto a vivacidad y creatividad lo prefiero antes que vivir en pánico permanente. Estoy agradecida a la psiquiatría y a las terapias de la palabra y el cuerpo. No hubiera sobrevivido a la menopausia por los cambios supongo que hormonales y por lo tanto de toda la química del cuerpo que detonó en mí un estado de extrema vulnerabilidad, de no haber comenzado un tratamiento psiquiátrico con sertralina. ¿Será ahora el momento de cambiar de fármaco?