La ira es una emoción básica y normal, sin embargo puede tornarse crónica y llevar a violencia doméstica, abuso de drogas y problemas en tus relaciones en tu vida diaria.

¿Alguna vez te has sentido culpable o triste luego de gritarle a alguien?

No es nada agradable...

Por ejemplo, a veces te encuentras haciendo algo y alguien, como tu esposo, tus hijos o cualquier persona que viva contigo te interrumpe en algo que estás haciendo y de repente salta a gritar y a decir cosas que no quieres. “¿Por qué justo en ese momento?” –pensaste-, “no es justo para mí”. O puede ser que algo estabas pensando que te ocasionó reaccionar sin pensar. Y luego viene el bajón y viene la culpa y la tristeza.

Pero no es tan sencillo romper con esquemas y dolores pasados, ya que se necesita tener algunas herramientas para solucionarlo. Nadie lo sabe todo.

Afectivamente la ira va de un estado de ira o enojo normal, pasando a moderado o irritación hasta llegar a la furia, y es en este punto cuando puede convertirse en una verdadera pesadilla para ti, para tu vida y para tus seres más cercanos.

¿Te gustaría hacer algo? Ya te encuentras aquí para hacer algo por esa ira que te persigue como una sombra.

Te guiaremos a encontrar tus respuestas.

Cambios Corporales

Los cambios que se experimentan en tu cuerpo son producto de las altas descargas de adrenalina. Es muy parecido a lo que sucede cuando tienes ansiedad: se te tensan los músculos, todo se tensa, te pones rojo y se acelera tu corazón. Algunos factores genéticos y psicosociales influyen en que algunas personas se enojen más a menudo que otras.

La terapia cognitivo conductual ha sido diseñada para ayudar con estos patrones descontrolados de la ira.

Hay cosas que puedes controlar y otras para las que necesitas de un guía para encontrar tus respuestas y buscar solución a tus pensamientos de forma asertiva.

Nunca es tarde para hacer cambios y romper con cadenas pasadas...

Para comunicarse con la Dra. Flores responda a este e-mail.